
No es lo mismo vestirse para un fin de semana o un entorno de negocios menos formal que para un entorno de oficina formal. Además, la ropa informal no equivale a un aspecto desaliñado. ¿Dónde está el término medio?
¿Qué significa el término casual o informal? La expresión se utiliza cada vez más para describir el código de vestimenta para diversas reuniones y, lo que es más importante, para una serie de oficinas que están empezando a flexibilizar sus normas de vestimenta y a prescindir de los trajes.
En ocasiones, la palabra puede dar lugar a confusión. Una somera búsqueda en el diccionario arrojará lo siguiente: «Que ocurre por casualidad». Es un buen comienzo. En consecuencia, «vestir informal» podría definirse como vestir cómodamente, como si todo ese logro acabara de suceder. Es uno de esos estilos que se consiguen sin esfuerzo con sólo unas pocas prendas del armario. Sin embargo, elegir dos conjuntos al azar no siempre es eficaz, admitámoslo. ¿Qué es exactamente la ropa informal?
La «vestimenta casual» puede definirse como una combinación de la onda relajada de los vaqueros y la formalidad de un traje y corbata. Llegar al rango del chándal en este caso no se considera, y mucho menos ceder a una informalidad que roza la dejadez. Una cosa son los códigos de vestimenta holgados y otra muy distinta parecer un pinto.
Una vez limitadas las opciones, podemos elegir entre una americana y unos pantalones entallados o unos vaqueros y una camiseta, o un traje sin corbata (junto con zapatos o zapatillas deportivas). El grado de formalidad de la ocasión en cuestión lo determina todo. No siempre es necesario completarlo con una camisa y, por supuesto, una corbata. Además, los jerséis con cuello redondo y de cuello alto serán grandes compañeros de los polos de punto, que son más formales que los tradicionales de piqué. Con ellos puede aflojar el estilo sin sacrificar el toque elegante.
Ahora que el «vestir informal» está más o menos definido, hay algunas cosas importantes que hay que tener en cuenta para que cualquier conjunto informal parezca perfecto. Concéntrese en estos cuatro pequeños detalles:
Talla
Como ya hemos dicho, la ropa casual no es lo mismo que la ropa relajada, y en este caso, el tamaño es crucial. Las costuras de los hombros deben estar situadas donde se unen el brazo y la clavícula. En lugar de apretar o deslizarse alrededor de la cintura, los pantalones deben abrazarla. Además, los bajos del pantalón deben estar cortados con precisión: ni demasiado cortos ni demasiado largos.
Zapatillas sucias
¿Qué sentido tiene llevar los zapatos sucios cuando puede distinguir a un hombre por sus zapatos, aunque sean deportivas? Pueds parecer inmaculado, pero si descuida la limpieza de sus zapatos, está acabado. Antes de salir de casa, compruebe sus pies y, si es necesario, cepíllelos.
Prendas demasiado viejas

Es cierto lo que siempre se ha oído sobre la necesidad de renovar el vestuario. Los jerseys se llenan de bolitas, las zapatillas se ponen marrones y amarillentas (sobre todo las suelas de goma blanca por la deshidratación) y las camisas acaban desgastándose (sobre todo en los cuellos) con el tiempo y el uso. Por lo tanto, es mejor sustituirlos de vez en cuando para no dar la impresión de que se han descuidado.
Dónde llevo las cosas
¿Bolso, riñonera o mochila? Existen innumerables posibilidades de estilo informal, pero al igual que con la ropa, hay que tener en cuenta la estética, sobre todo si quiere llevarlo al trabajo. Las que se llevan en los festivales de lucha no son las únicas posibilidades que son elegantes y preciosas.